La seguridad de la repetición

Una afirmación relacionada con los ingenieros de pruebas de software que escucho, cuando me junto con profesionales de otras áreas del sector informático, es que es un trabajo monótono y repetitivo.

Es posible que lleven o no razón, lo que sí es un peligro en la ejecución manual de pruebas funcionales, es la monotonía que puede llevar a ciertos malos vicios con consecuencias desagradables en el resultado final de la ejecución. A este efecto le voy a denominar la «seguridad de la repetición».

Este peligro es muy común en los proyectos de larga duración consistentes en la ejecución de pruebas funcionales, principalmente en las de regresión manual, puesto que éstas se efectúan sobre las mismas funcionalidades para comprobar que los cambios introducidos no han alterado el correcto funcionamiento del núcleo principal de la aplicación.

Si siempre es la misma persona la encargada de realizar estas pruebas o de ejecutar la misma funcionalidad de la aplicación, puede caer en el problema de dar por evidentes cosas que por la seguridad de repetición no debería hacer; es decir, a no detectar defectos debido a que no se realizan las pruebas con la misma atención que la primera vez. Un símil sería el de los conductores que usan un recorrido con relativa frecuencia y piensan “me conozco la carretera como la palma de mi mano”. Debido a esa «confianza», que sería equivalente a la denominada «seguridad de la repetición», pueden tener un accidente al no prestar la debida atención a la carretera.

El riesgo más importante de esta acción es la propagación de esos defectos  al entorno productivo de la aplicación con las consecuencias negativas que ello conlleva. Y además, se trasmite una mala imagen de las pruebas realizadas y del equipo de aseguramiento de la calidad del proyecto.

Debido a mi paternidad, soy un habitual consumidor de vídeos sobre el maravilloso mundo de los bebés. Viendo una conferencia me percaté de que el problema de la seguridad de la repetición del que estamos hablando, y que tan peligroso es en el mundo de las pruebas de software, también se produce en la crianza y educación de nuestros hijos. El conferenciante, padre de cuatro hijos, hablaba de cómo se había ido relajando en la limpieza del chupete con sus diferentes hijos. Con el primer hijo esterilizaba el chupete con cada uso del mismo, con el segundo hijo pasaba el chupete debajo del grifo de agua una vez al día, con el tercero lo limpiaba en la camisa si se caía el chupete en un sitio muy sucio y había al menos 3 testigos y con el cuarto, y último hijo, directamente no usaron el chupete.

Equiparando lo anterior al mundo de las pruebas manuales, en las ejecuciones de las pruebas se verifica todo el contenido fijándose minuciosamente en la funcionalidad, realizando además pruebas exploratorias, revisión de ortografía, comprobación de mejoras, normas de usabilidad, grado máximo de cobertura, etc. Pasado el tiempo y ejecutando la misma funcionalidad habitualmente, el efecto puede llevar a realizar las pruebas rebajando el porcentaje de cobertura de las mismas.

Sin embargo, como buenos profesionales del sector, no tenemos que dejarnos llevar por el mal de la seguridad de la repetición y «debemos lavar el chupete» como el primer día, aunque sea la enésima vez que probemos la misma funcionalidad. De este modo no habrá defectos no detectados durante la ejecución de la batería de pruebas si las realizamos siempre como si fuesen nuestro primer hijo y, por lo tanto, llevaremos a cabo nuestro trabajo correctamente.

Alberto Garrido | Ingeniero de Test Senior