A menudo, durante las dailies, meetings, demos…Vemos que un ponente tiene claro los conceptos, que entiende el funcionamiento, el flujo. Pero a veces no sabe cómo expresarlo de una forma que el resto del equipo, o la audiencia en general, comprendan dichas explicaciones.
Debemos comprender que, en ocasiones, nos dirigirmos a una audiencia que no es especialista en el área o sin conocimiento alguno sobre el tema que queremos dar a conocer, y la simple verbalización o lectura de textos técnicos, no nos sirve de apoyo para dicha exposición.
A veces también encontramos obstáculos en el hecho de que las representaciones graficas de lo que queremos mostrar, no explican de una forma visual y dinámica, aquello que queremos exponer.
Otro de los problemas, surge cuando debemos compartir el conocimiento que hemos adquirido respecto a un producto o proyecto hacia alguien recién llegado a dicho proyecto.
Entonces, ¿qué herramientas podemos utilizar para ayudarnos en esta tarea? El mind mapping puede ser nuestra solución. Hay otras herramientas, como podrían ser algunas innovadoras como la gamificación (la cual si interesa podría tratar en otro artículo), pero son herramientas que cuestan mas de desarrollar que un mind mapping.
¿Qué es el mind mapping?
Mind mapping es un método eficaz de memorización que combina el “Pensamiento Visual” y con el “Pensamiento Asociativo”. Gracias a los mapas mentales podremos organizar y representar la información de forma rápida y estructurada, ayudándonos a potenciar el flujo de información en nuestro cerebro y su estructuración y clasificación de ideas.
Los mapas mentales son diagramas/ imágenes, generalmente de estructura arbórea, y que representand ideas u otros conceptos, unidos y organizados alrededor de una palabra clave, un objetivo o una idea. Otra manera de entenderlo es que el mind mapping nos permite mostrar de manera gráfica la forma natural de pensar, donde se establece una estructura o pensamiento radial, donde se establecen múltiples relaciones y/o asociaciones ramificadas, partiendo de una idea o eje central y con el que se conectan.
Algo a tener siempre en cuenta es que el mind mapping ha de transmitir ideas y conceptos de forma clara y sencilla, por lo que una regla que deberíamos de “imponernos” a nosotros mismos es no desarrollar nunca mapas mentales que necesiten de otro mapa mental para explicar el primero. Suena un poco a Groucho Marx, pero tendemos a intentar concentrar los conceptos importantes dentro de uno global, y evitar que esto puede acabar desembocando en una maraña de mapas mentales interconectados, y haciendo que el mind mapping pierda la agilidad de exposición de ideas, que es su objetivo final.
Herramientas de Mind Mapping
Freemind
La primera las aplicaciones de las que hablaremos es para hacer mind maps es FreeMind, una herramienta gratuita para Windows y Ubuntu basada en Java.
Ideal para aquellos que quieran trabajar con mind maps en un entorno familiar y amigable, y es completamente gratuita. Por otro lado, FreeMind se puede usar completamente sin tocar el ratón a través de una serie de prácticos atajos de teclado a los que nos podemos acostumbrar sin demasiada dificultad.
Uno de los beneficios más grandes del uso de FreeMind es que nos permite hacer muchos retoques al mapa mientras lo estamos haciendo, con personalizaciones profundas que nos dejan echar un mejor vistazo a las ideas presentes. Por ejemplo, podemos usar etiquetas de colores para ubicar determinados nodos en los mapas, usar también códigos de colores para agrupar ideas que son similares, y más. Además, los mapas pueden ser exportados en diferentes formatos que van desde PNG hasta HTML.
MindMeister
Para los que buscan la simplicidad en las aplicaciones, MindMeister podría ser una buena opción. Con solamente usar un par de teclas y el ratón, tendremos en pocos minutos el esqueleto de un mind map que podemos ir completando. Se pueden sumar nuevos nodos para hacerlo cada vez más completo, aunque no tenemos demasiadas personalizaciones. Podemos modificar el tamaño de la fuente y sumar algunos colores, pero algunas de estas funciones son de pago, lo cual convierte a MindMeister en una opción valorable, pero teniendo en cuenta los pagos.
MindMeister es también una excelente alternativa para aquellos que buscan usarla de forma colaborativa. Permite revisar las antiguas versiones del mapa para saber qué tipo de ediciones se hicieron, compartir el archivo con colaboradores, o transformarlo en público para que cualquiera pueda hacer sus propias adiciones. Así como FreeMind, nos permite exportar en una gran cantidad de formatos, entre los que se destacan el PDF y el PNG. Hablando de FreeMind, podemos también exportar en un formato que es legible para este último.
XMind
XMind es también una de las aplicaciones para hacer mind maps gratuitas que existen en la web (y mi favorita a título personal). También sigue el concepto de la simplicidad para hacer uno de estos diagramas, con especial énfasis en las facilidades de navegación. Nos permite crear diferentes tipos de mapas organizacionales que se ajustan mejor a nuestras necesidades de comprensión: en definitiva, nos da más opciones al ofrecernos más detalles sin perder su minimalismo.
Se trata de un software de escritorio disponible para Windows, Mac y Linux, que a su vez nos permite visualizar nuestros mapas de forma online a través de un sitio especial.
Para usos comerciales, requiere de un pago de licencia, y también comentar que existen versiones portables que no requieren de instalación.
Freeplane
Freeplane es un proyecto open-source que está basado en FreeMind, con la diferencia de sumar muchas más funcionalidades a la batería ya robusta que nos brinda la primera de las aplicaciones para hacer mind maps.
La filosofía de Freeplane se encuentra en el dinamismo detrás de la interfaz. Para sus creadores, una herramienta como esta no puede permitirse ser estática. En Freeplane podemos tomar notas que toman el aspecto de Post-Its que se agregan a los nodos, podemos organizar ideas en diferentes jerarquías, clasificar nodos a través de atributos en forma de metadatos y aplicar diferentes estilos para que el mapa tenga un aspecto más agradable, entre otras cosas.
Map Myself
Con actualizaciones frecuentes que lo mantienen al día, Map Myself –también conocido como Mapul- se diferencia del resto de las alternativas al permitir que podamos insertar imágenes dentro de nuestros mind maps. Cuenta con una de las interfaces más atractivas de todas estas opciones, y está basada en la web, por lo que no tenemos que hacer instalaciones adicionales para poder usarla. Si lo que queremos es hacer un mind map sin olvidarnos del diseño, esta es para nosotros.
Para poder usar Map Myself vamos a tener que crear una cuenta, y la versión gratuita es bastante completa.
Aun así, tenemos que tener en cuenta que las opciones más avanzadas son de pago bajo licencia, pero gracias a su orientación decididamente gráfica, como deben ser los mejores mind maps, de la misma forma que funciona nuestro cerebro, puede que sea la herramienta mas atractiva visualmente, especialmente a la hora de expresar conceptos complejos.
Finalmente, espero que haya sido este artículo de vuestro interés y, como comentaba al inicio, existen otro tipo de herramientas y metodologías (en función del objetivo perseguido) que podríamos utilizar, dejando a un lado los sistemas más clásicos.
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