Como dijo Hermann Von Keyserling “Generalizar siempre es equivocarse”. Y como sucede con los grandes dichos -que suelen poder aplicarse a cualquier ámbito-, ésto mismo nos ocurre a los testers día a día en el trabajo.
Porque a pesar de lo que muchos puedan pensar, nuestro trabajo no se trata solo de validar que una aplicación haga lo que se espera siguiendo un flujo predeterminado; sino que hay que validar que, además, realizar este flujo correctamente, abarcando la mayor parte de posibilidades existentes.
Para explicarlo, os pondré un ejemplo de lo más cotidiano. A todos nos ha pasado que asegurando el coche, te hacen muchas preguntas y por su lado, consultan otra tanta información que tienen, y en función de cada respuesta, se dará una posibilidad diferente para que te den un precio concreto o que te rechacen la solicitud.
Pues en el caso del Testing, ocurre lo mismo a la hora de realizar pruebas. Porque, para poder realizarlas, ya sea del tipo que sea la aplicación, necesitamos conocer todas las posibles casuísticas que se van a dar y tratar de probar el mayor número de combinaciones posibles.
Esto también tiene su dificultad ya que de ahí, sale otro problema que nos encontramos: nunca tenemos suficientes datos para probar, y si compartimos el entorno, algunas veces ese dato que hemos preparado con cariño durante días, es “tomado prestado” por otra persona para su prueba.
Por tanto, hacer la prueba de un software no es limitarse únicamente a validar que es hacer lo que se espera que debemos hacer, es validar que hace lo que se espera que haga con la mayor cantidad de posibilidades que se puedan presentar, y más importante aún, asegurarnos que no hace lo que no debe hacer.
Espero que os haya gustado y ¡hasta la próxima!
David Robles
Service Manager | Digital Assurance & Testing | SOGETI Spain
0 comments on “Un mundo de posibilidades”