Hemos oído hablar Lean pero ¿qué es exactamente?. Lean no es más que una forma de crear valor al cliente reduciendo el desperdicio o tareas innecesarias para simplificar el trabajo, disminuir costes, incrementar la eficiencia, productividad y calidad. El objetivo final es la satisfacción del cliente.
Lean debe sus orígenes a Japón y fue ideado para mejorar el sector de la manufactura. Existe una aplicación muy estrecha entre Lean y las metodologías ágiles para el desarrollo de software. Más adelante se explica el por qué la técnica de ATDD (Acceptance Test Driven Development) se puede emplear como la aplicación de la metodología Lean para ganar confianza y calidad en los productos de desarrollo.
Lean es un estilo de pensamiento y actuación. Trata de reducir lo máximo posible lo que no aplica valor al cliente (MUDA). Al reducir este desperdicio, el tiempo restante se puede reutilizar para buscar ganar valor en el producto. Cuando esto ocurre, es beneficioso para la satisfacción de los empleados e incrementa su moral. De esta forma se puede conseguir una organización que permita a ser cada vez más dinámica, exitosa y con más calidad en sus productos.
Lean se soporta en el mejoramiento continuo en todo sentido. Desde la forma en que hacemos las cosas materiales hasta en formas de trabajar en equipo o relaciones interpersonales. Muchas veces las tareas del día a día esconden trabajos en tiempo, esfuerzo o materiales. Muchas veces simplemente no nos damos cuenta o creemos fielmente que hacemos las cosas de la mejor manera que podemos. Quizás alguien ideó esa forma de hacerlo en el pasado y ha transmitido a los demás su visión con la mejor intención posible, pero definitivamente todo se puede mejorar. Puede que sea una tarea pequeña, pero si es repetitiva puede significar unos costes asombrosos.
Mejorar la forma de trabajar suena a un duro golpe a la cultura organizacional. De hecho es así, en un primer momento suena a que un cambio es una locura e innecesario. Es normal, los individuos pasamos por diversas emociones como miedo, ira, tristeza cuando nos sacan de nuestra área de confort. Aplicar Lean implica manejar el cambio quizás organizacional y cultural, pero los resultados son fenomenales. No tiene que ser todo de golpe. Se puede empezar con una filosofía Lean incremental que produzca un aumento de un pequeño porcentaje en la producción y luego refinar hasta llegar a la meta de mejora que se desee.
En las metodologías ágiles se pretende agregar valor empoderando a un equipo multidisciplinario eliminando largos períodos de separación en la relación cliente y equipo. El manifiesto ágil prima la satisfacción del cliente mediante la entrega temprana y continua de software que aporte valor. También habla de dar prioridad a los individuos e interrelaciones sobre procesos y herramientas. Y por supuesto habla de colaboración con el cliente. Pero ¿cómo se relacionan las metodologías ágiles con la filosofía Lean? Pues estos dos conceptos están muy relacionados. Una forma de implementar una metodología ágil es aplicar pensamiento Lean.
ATDD puede ser una implementación de Lean puro en la forma de especificar y evolucionar un producto de desarrollo. ATDD nos invita a especificar los criterios de aceptación de un producto en términos de su comportamiento y mediante el descubrimiento de ejemplos de funcionamiento antes de iniciar el desarrollo. Estos criterios de aceptación evolucionan en los casos de prueba. Esto significa que si al final del desarrollo el producto cumple con estos criterios de aceptación, entonces el cliente se puede dar por satisfecho.
El hecho de hacer ATDD al inicio del ciclo de vida del producto implica eliminar el desperdicio de esfuerzo de un equipo de desarrollo enfocado en premisas desenfocadas. La clave es la interrelación entre el cliente y el equipo para generar los criterios de aceptación y la entrega temprana para validar las expectativas del cliente.
En el área de calidad de software,el tener la posibilidad de escribir las pruebas y automatizarlas en paralelo con el desarrollo ofrece la oportunidad de construir las garantías de éxito de los proyectos. Con ATDD las posibilidades de fallos se reducen y se incrementa la satisfacción del cliente. La MUDA en las organizaciones puede ser desperdicios materiales como impresiones innecesarias, ficheros o cualquier acción como traslados inapropiados, extra aprobaciones y falta de empoderamiento del equipo. El desperdicio más peligroso es el tiempo malgastado pues no podemos volver atrás para entender algo que por no haberlo conversado con el cliente las consecuencias pueden ser devastadoras.
Implementar ATDD en un modelo de desarrollo de software es recomendable pues favorece el común entendimiento del requisito. Además la necesidad de escribir el caso de prueba antes del desarrollo obliga al equipo a especificar el comportamiento exacto del software. Con el tiempo la interrelación con el cliente se convierte en la norma y se produce el cambio cultural que extiende puentes sólidos entre negocio y sistemas para que las organizaciones sean dinámicas y puedan responder rápidamente a los cambios que obliga el mercado hoy en día.
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