Todo aquel que sea lector de este blog, y sea profesional del mundo de QA, experimenta en sus carnes el concepto “imprevisto” y todo lo que ello conlleva.
Es por ello, que una de las características más preciadas de un buen tester es la capacidad de ser adaptativo, de saber responder a cambios de muy distinta naturaleza, llegando al fin y al cabo al que es nuestro gran objetivo: proveer de información relevante a los stakeholders acerca de la calidad del sistema y de los procesos.
No obstante, y por mucho de que seamos profesionales con gran pericia, es imposible resolver cualquier desviación sobre la planificación con solo pequeños ajustes, y es por ello que toma gran relevancia lo que en testing estructurado se define como fase de Control.
¿Qué entendemos por fase de Control? Es un ciclo constante dentro del ciclo de vida de un proyecto de test, con las siguientes tres grandes actividades:
Monitorización
Como tal, podemos dividir esta tarea en 3 grandes grupos de monitorización:
- El progreso del proceso de test: con el objetivo de controlar que las diferentes actividades realizadas desde testing siguen el curso pautado en la planificación. Es importante remarcar que a pesar de que la parte visible de nuestro trabajo sea la propia fase de ejecución, y todo lo que ello conlleva, hay que tener en cuenta el resto de pasos, ya sea desde el análisis de requisitos hasta la retrospectiva y conclusiones del proceso realizado.
- La calidad y los riesgos del objeto de test: es decir, el reporte puro y duro de la calidad del sistema que estamos testeando. No obstante, el punto más relevante a destacar, y el que hace que muchos proyectos fracasen, es el control de riesgos y la toma de medidas asociadas a reducir el impacto de los mismos.
- La calidad del proceso de test: es lo que podríamos llamar el propio control de calidad al equipo de QA. Es un proceso eminentemente crítico en el cual buscamos identificar prácticas negativas intrínsecas de nuestro proceso.
Reporte
Una actividad realmente crucial del trabajo de un equipo de QA es el reporte sobre la calidad del producto, así como del trabajo hecho. Un proceso de test eficiente no servirá de nada si no sabemos plasmar todo aquello que hacemos de manera adecuada.
¿Pero qué es lo que reportamos? Podemos hacer una distinción en 4 grandes grupos:
- Reporte de progreso: es aquí donde informamos de manera de constante a los stakeholders del progreso de test. ¿Qué contiene este informe?
- Estado del objeto de test
- Por partes del sistema.
- Identificación de tendencias y recomendaciones.
- Ajustes de estrategia.
- Progreso del proceso de test
- Actividades
- Identificación de tendencias y recomendaciones.
- Acuerdos entre stakeholders y equipo de test.
- Calidad del proceso de test.
- Estado del objeto de test
- Reporte de riesgos: el propósito del reporte de riesgos es proveer a los stakeholders de información con valor añadido que les permita tomar decisiones acerca del proceso y el progreso de test. Además, no solo es suficiente con informar acerca de los riesgos, sino también alertar de las posibles consecuencias si estos se transforman en problemas visibles.
- Reporte de release: una vez finaliza el ciclo de ejecución, se informa al cliente de los resultados y conclusiones obtenidos acerca de la calidad del producto. Esto debe permitir al stakeholder tomar decisiones acerca de la salida del sistema a producción.
- Reporte final: por último, se elabora un informe final en el que testing informe acerca del proceso de test en su conjunto, así como se dan conclusiones y recomendaciones que puedan servir para mejorar futuros proyectos.
Ajuste
Por último, una vez se han monitorizado tendencias y progresos, y se ha informado consecuentemente de ellos, llega el momento de hacer los ajustes necesarios para que el planning vuelva a reflejar el estado actual del proyecto. Esto incluye:
- Ajustar el planning.
- Implementar medidas de mejora y evaluarlas.
- Dar feedback al cliente para ver si los dos puntos anteriores están surgiendo efecto.
Estos tres grupos de actividades, deberían permitir mantener el ‘feeling’ con el grueso del proyecto en el que estemos metidos. No obstante, como muchos habréis podido comprobar, el día a día seguirá alterando nuestros planes, y es por ello, que monitorizar y ajustar, es una actividad constante.
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Isaac Álvarez Diz
QA Manager | SOGETI ESPAÑA
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