Lo que me pasó
Hace un par de meses, me compré unos preciosos zapatos a través de una tienda online. Tenía un evento importante y, tras mucho tiempo de búsqueda, encontré el par perfecto para completar mi look. Realicé con muchísima ilusión el seguimiento del envío, pendiente de cada detalle y de cada movimiento. Hasta que llegó el momento de abrir el paquete y todas mis expectativas se vinieron abajo. En la caja que recibí no estaban los zapatos que había comprado (aunque la caja sí se correspondía con los mismos), sino que encontré unas bailarinas, que, aunque eran muy bonitas, yo no las había pedido. Así que tuve que contactar con el servicio de atención al cliente, que me ayudó en el proceso de cambio del calzado, con lo que pude contar con los zapatos correctos para el evento.
Lo que me hizo pensar
Mirando desde la óptica de una ingeniera de pruebas, se me ocurrió compararme con el cliente y/o usuario que encarga una aplicación a su proveedor de desarrollo. El cliente detalla sus requerimientos y espera que el producto que reciba cumpla con esos requisitos. Sin embargo, esto no siempre es así: en ocasiones, los zapatos que recibe el cliente no se corresponden con los que había pedido.
¿Y cuál fue el problema? En algún punto de la cadena logística, no se llevaron a cabo los controles de calidad pertinentes. Por eso, para que el cliente reciba sus zapatos, es importante cubrir los distintos niveles de pruebas en el ciclo de vida de las aplicaciones.
Niveles de Prueba
Los niveles de pruebas según la metodología TMap® NEXT son:
- Pruebas de Desarrollo: son las pruebas realizadas por los programadores en el entorno de desarrollo para demostrar que el sistema cumple con las especificaciones técnicas.
Aquí estarían incluidas:
- Pruebas unitarias: consisten en aislar cada parte del programa (clases, módulos, objetos, paquetes, subsistemas,…) para comprobar que cada una de esas partes funciona correctamente por separado.
- Pruebas de integración: son las pruebas que se realizan sobre un conjunto de módulos de la aplicación para comprobar que funcionan correctamente juntos. Es decir, se prueba la interacción entre las distintas partes del software.
- Pruebas de Sistema: son las pruebas llevadas a cabo por el proveedor en un entorno de laboratorio para demostrar que el sistema cumple con los requisitos funcionales y no funcionales y con el diseño técnico. Están diseñadas para probar el sistema en su totalidad.
- Pruebas de Aceptación: son las pruebas realizadas por el usuario en un entorno muy similar al de producción para demostrar que el sistema cumple las especificaciones funcionales y requisitos del cliente.
Conclusión
Cuando alguien realiza un pedido en una tienda online, espera recibir aquello que ha solicitado. Para ello, el proveedor debe realizar todos los controles de calidad pertinentes a lo largo de la cadena logística.
Del mismo modo, cuando se desarrolla una aplicación de software, hay que llevar a cabo pruebas a todos los niveles para asegurar la calidad de la misma y entregar al cliente un producto que cumpla sus expectativas y necesidades.
Descubre cómo SOGETI puede ayudarte a desarrollar proyectos de Testing que cumplan con las necesidades de tu negocio.
Pingback: NIVELES DE PRUEBAS: LA UNIÓN CONDUCE A LA CALIDAD | QA:news