¿Qué tener en cuenta al establecer objetivos?

Cualquiera de nosotros habrá escuchado cientos de veces la importancia que tienen los objetivos en las empresas. Lo que no suele ser tan común es que nos enseñen cómo establecer bien estos objetivos, los tipos que hay y que es importante la forma en la que se acuerdan, ya que pueden marcar la diferencia en la motivación y compromiso de las personas.

La primera cuestión, aunque parezca obvia, es ¿por qué es tan importante establecer objetivos?

Los objetivos son uno de los pilares fundamentales en los que se asienta la motivación de las personas. La palabra motivación proviene de latín motivus (movimiento) y el sufijo –ción (acción y efecto), por lo que, la motivación no es más que movimiento que nos lleva a la acción. Pero para que la gente emprenda los objetivos desde su máximo potencial, es muy importante qué objetivos se marcan y cómo se acuerdan.

Por ejemplo, en el mundo de la consultoría, un buen objetivo, entre otras muchas cosas que explicaremos más adelante, debe estar alineado y equilibrado entre: Empresa – trabajadores – cliente. Todo lo que no sea un win to win para todas las partes puede crear un efecto negativo a medio o largo plazo, como: perdida del cliente, trabajadores descontentos o rotación, que la empresa no cumpla los objetivos que se había marcado…

Ya entrando en materia, para marcar bien un objetivo es muy recomendable tener una metodología que nos ayude a poder tener en cuenta todos los elementos que lo engloban. Hay varias metodologías, aquí explicaré 2 de las más conocidas:

GROW

Goal (objetivo): ¿Cuál es el objetivo que nos queremos marcar?

Reality (realidad): ¿Cuál es la situación, el contexto, los obstáculos de nuestro objetivo?

Options (opciones): ¿Qué opciones, posibilidades, alternativas tenemos a nuestro alcance?

Will (plan de acción): ¿Cuál va ser nuestra estrategia y que pasos vamos a realizar para llegar a nuestro objetivo?

SMART

Specific (especifico): Al definir un objetivo, no se debe dejar espacio a interpretaciones dudosas. Cuanto más detallado sea el objetivo, mejor será su comprensión y mayores las probabilidades de que sea alcanzado.

Quiero aumentar mis conocimientos en el proyecto.

Quiero aumentar mis conocimientos en Gestión del tiempo.

Measurable (medible): Cualquier objetivo que no pueda ser transformado claramente en un número permite la manipulación e interpretación para que los interesados lo consideren alcanzado o no. Los tipos de medidas más usadas son: Calidad, cantidad, dinero, tiempo.

Quiero aumentar mucho mis conocimientos en gestión de tiempo.

Ahora mis conocimientos en Gestión del tiempo los valoro en 4 puntos y quiero llegar a 9. Para ello voy a realizar:

• Curso de Gestión de tiempo (Suben mis conocimientos en 3 puntos)
• Poner en práctica las habilidades aprendidas en el curso en un periodo de 1 mes (Sube 2 puntos más).

Achievable (alcanzable): Los objetivos siempre deben ser desafíos pero nunca imposibles de lograr.

Quiero ir a la luna mañana.

Quiero estudiar para ser astronauta.

Realistic (Realista): Para que un objetivo se cumpla debemos saber si tenemos todos componentes necesarios para realizarlo.

Quiero que el equipo de al lado aumente su productividad 10%. (¿Gestiono yo al otro equipo?)

Quiero que mi equipo aumente su productividad un 10%. (Mi equipo lo gestiono yo)

Timed (Acordado en el tiempo): Significa que además de definir bien el inicio y final del periodo de busca del objetivo, este periodo no debe ser tan corto que haga imposible el objetivo y tampoco tan largo que cause una dispersión de la iniciativa con el tiempo.

Quiero mejorar mis habilidades de gestión del tiempo

Este año voy a incrementar mis habilidades de gestión del tiempo: Curso Ene-May, Práctica Jun-Dic.

Hay más metodologías que las aquí descritas, que te invito a descubrir. También puedes combinarlas según el tipo de objetivo y las circunstancias que lo rodeen. Lo importante es que busques un método en el que te sientas cómodo y que te ayude tanto a marcar los objetivos como, lo más importante, a alcanzarlos.

TIPOS DE OBJETIVOS

Una segunda fase es saber que hay varios tipos de objetivos. Según el tipo, se puede escoger una estrategia o metodología distinta.

Según el tipo de comunicación:

Unidireccional: Cuando se imponen sin haber sido negociados

Bidireccional: Cuando han sido acordado y negociados.

Este punto es muy importante a tener en cuenta, ya que esto afecta directamente a la motivación y al compromiso de las personas. Para que los objetivos tengan más posibilidad de ser alcanzados han de ser negociados. A la mayoría de nosotros nos ha ocurrido, en algún momento de nuestra vida, la imposición de un objetivo que no tenía nada que ver con nosotros, o sin tener en cuenta nuestra situación. Esto suele provocar un sentimiento de rechazo, desapego, incluso rabia. Las empresas del S. XXI, que quieran que sus trabajadores saquen todo su potencial, han de tener muy presente el cómo se establecen los objetivos y no solo qué objetivos ser marcan.

Según a quien va dirigido:

Comunes: Cuando están orientados a un equipo, unidad o a toda la empresa.

Individuales: Orientados a cada individuo en particular, teniendo en cuenta sus expectativas de crecimiento personal y profesional.

Siguiendo en la línea del punto anterior, no se negociará de la misma manera si los objetivos van dirigidos a un equipo o a una sola persona. En el caso de equipos puede ser necesario más de una reunión para llegar a consensos, o mayor capacidad de liderazgo de quien lleva el proceso.

Según la línea temporal:

Anuales: En caso de establecer una vez al año objetivos, se recomienda dividirlo en pequeños hitos parciales.

Parciales: Aquí dependerá de muchos factores como por ejemplo, si se trabaja con metodología Agile en la que se marca objetivos cada 3 semanas, si se hacen seguimiento  mensual, trimestrales o semestrales.

Por proyecto: Es cada vez más habitual en las empresas trabajar por proyectos, y por tanto tienen sentido orientar nuestros objetivos según la necesidades y la línea temporal que sea conveniente. Lo que si hay que tener en cuenta es que si los proyectos son a largo plazo, hay que crear hitos parciales.

Todos estos factores influirán en el proceso de establecer los objetivos. Cuanto más puntos tengamos en cuenta, más posibilidad de cumplir los objetivos, mayor motivación de las personas y por tanto mayor probabilidad de éxito del proyecto o empresa tendremos.

Las empresas son como los jardines, depende de qué semillas se planten, dónde se planten y el cuidado que se les de: riego necesario, abono óptimo,… al final podremos recoger los mejores frutos o haber perdido una cosecha.

Pedro Martínez

Test Lead en SOGETI